sábado, 29 de junio de 2013

CONTAMINACION LUMINICA

Muchas veces, los que nos dedicamos a la astronomía somos objeto de burla por nuestra "mania" de luchar contra la contaminación lumínica. En una ciudad media como en la que habito (poco mas de 100000 habitantes) el color del cielo es avellana y con suerte, se llegan a distinguir estrellas de magnitud 3. Hay que decir que el impacto de este tipo de contaminación se ver reducido cuando la transparencia aumenta, esto es, cuando no hay partículas en suspensión que reflejen la luz emitida por la ciudad y nos la traigan de vuelta a la tierra. Es en estos días, en los que he logrado, desde las afueras, distinguir la vía láctea, eso si, con mucha dificultad y en zonas de sombra, alejadas de las farolas.

En las ciudades es muy dificil distinguir estrellas más alla de la magnitud 3.
Es ahora, en las épocas de crisis, cuando nos tenemos que plantear la ineficacia de nuestros sistemas de iluminación, puesto que todos esos fotones residuales que emitimos al exterior, pueden ser cuantificados en Euros y se pueden comparar como un grifo abierto cuando no hay nadie lavándose o bebiendo agua.

Timidos trazos de estrellas en un cielo color avellana, los arboles de primer termino se ven como si fuera día tras una exposicion de 1000 segundos.
Y el ahorro es importante, el gasto en contaminación por habitante es de 61,5 kwh por año a 0,108 euros el kilovatio, el cálculo es sencillo: en Ourense nos gastamos al año un total de 664.200 euros en poner el cielo con ese horrible color. Apaga una luz, enciende una estrella y sobre todo, en los tiempos que nos tocan vivir, no tireis con el dinero. Hay que decir que, esa cantidad son 2/3 del gasto de ayuda a domicilio recogido en los últimos presupuestos. Pagaría y sobrarían 200.000 euros el servicio de comedor sobre ruedas, en fín, ese gasto inutil serviría para pagar partidas presupuestarias muy importantes de nuestro Ayuntamiento.

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