Tauro es una constelación zodiacal de gran interés para el astrónomo aficionado, posee dos cúmulos abiertos observables a simple vista: las Hiades y las Pleyades. Por la presencia de Aldebarán es muy fácil de localizar, al noroeste de Orion y al sur de Cochero.
Objetos a observar:
Alfa Tauri (Aldebarán): Es esta, la decimotercera estrella mas brillante de todo el cielo. Gigante roja, situada da 65 años Luz, con un diametro cuarenta veces el del Sol. Esta acompañada por una enana roja de magnitud 13 a 31,4 segundos. Probablemente forman un par físico. Y a 121 segundos aparece una compañera optica, mucho mas facil de ver, siendo esta de magnitud 11.
Sigma Tauri: Estrella doble, muy próxima a Aldebarán, visible a simple vista, con una separación angular de 121 segundos, sus componentes son de magnitud 4,8 y 5 respectivamente.
Las Hiades: Cumulo abierto que ocupa mas de 4 grados de extensíón angular en el cielo, sus estrellas forman una V que representa la cabeza del toro. Aldebarán aparenta formar parte de ellas, pero solo es una ilusión óptica, ya que se encuentra situada mucho mas cerca ya que este cúmulo se encuentra a unos 130 años Luz. Contiene unas 250 estrellas la mayoria de magnitud 12 a 16.
M45 (Las Pleyades): Este cumulo aparece a simple vista como una agrupación de 6 o 7 estrellas (dependiendo de la agudeza visual del observador). Aunque algunos observadores y en condiciones óptimas consiguen contar hasta once. Para observarlo en todo su explendor es conveniente usar unos prismaticos ya que el campo de estos aparatos es el adecuado para observar a todas las estrellas de este cúmulo a un tiempo. Estas estrellas situadas a 400 años luz, son jóvenes puesto que todavia se aprecia la nebulosidad de la que se formaron. Esta nebulosidad se presenta recurriendo a largas exposiciones, aunque algunos han conseguido observar el velo que rodea a Merope, con un simple telescopio de 200mm o mas.
M1 (Nebulosa del Cangrejo): Este objeto, el primero del catalogo Messier, no es mas que el vestigio de la Supernova de julio de 1054, apreciada por astronomos chinos, tampoco paso desapercibida a los Indios Navajos. Despues de la explosión la supernova se convirtió en un pulsar de magnitud 15,9 invisible para la mayoria de los aparatos de aficionado. Alrededor del mismo quedó la envoltura expulsada por la estrella que se convirtió en la nebulosa. Esta pálida nube de gas situada a 6300 años luz es visible para un telescopio de aficionado como una mancha a un grado al noroeste de Zeta Tauri. Incluso con un telescopio de 200 mm se distingue una nube poco contrastada.
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